El núcleo de un verdadero espacio bohemio es el interés y la peculiaridad: una colección de piezas diferentes, con el color y los estampados como protagonistas absolutos, donde la comodidad de un espléndido sofá tapizado o unos cojines arrojadizos es la clave para crear un espacio relajado, creativo y emocionante. Al más puro estilo bohemio, cada accesorio de mobiliario y decoración debe contar una historia con su fuerte personalidad, dando lugar a la yuxtaposición de estampados y diseños poco convencionales dispuestos con una fluidez única. Al combinar tonos apagados, como verdes y marrones terrosos, con abundantes rosas, naranjas y tonos joya, cada habitación resulta personal, memorable y emocionante.